El alcalde de Zapotlanejo, Héctor
Álvarez Contreras, señaló que si bien en un medio impreso el ex alcalde
señalaba desconocer sobre la compra a sobreprecio de un camión que de valer 120
mil pesos el municipio lo adquirió en 250 mil pesos y cuyas condiciones solo
permiten ser dado de baja del patrimonio
municipal, tiene las pruebas necesarias para demostrar lo contrario, situación
similar en el caso de los caninos.
El primer edil mostró y demostró con
las facturas que tanto el vehículo que adquiriera la pasada administración,
como los perros que decían eran adiestrados y de pedigrí, fueron un fraude
total al erario, pero sobre todo, destapó la cloaca donde no solamente se puede
demostrar el dolo con que se vinieron manejando en la administración pasada,
sino que también, en el caso de los caninos, se pudo constatar que inclusive la
factura que se ingresó por el pago de los mismos está dada de baja ante
Hacienda, situación aún más delicada.
Con los documentos presentados se
demuestra una vez más el descaro y cinismo con que el ex alcalde, francisco Javier
Pulido Álvarez, se condujo durante su administración, ya que a pesar de tenerse
las pruebas suficientes de que el hermano del ex tesorero, Fernando Gutiérrez
Ruíz, vendió el camión al ayuntamiento, ganando por la transacción que le llevó solo un par de
días 130 mil pesos, continúa negando los hechos, hechos que no tienen forma de
evadirse ni negarse pero que los dejan en una situación complicada al
comprobarse además del robo al erario, el fraude al mismo y a la Secretaría de
Hacienda.
Al respecto, el alcalde de Zapotlanejo, Héctor
Álvarez Contreras, señaló que
si exhibió lo del camión y los caninos, entre muchas otras cosas que en su
momento dará a conocer e insistió en que “ estas cosas son peccata minutas en
comparación con otras cosas que en su momento se darán a conocer con sus
respectivas denuncias, pero que quede claro que si exhibo esto es porque tengo
las pruebas con las que demuestra los malos manejos y el abuso que la
administración saliente hizo de los recursos, burlándose de la gente y utilizando
el presupuesto para su beneficio propio y no de la población, como debe ser”
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