miércoles, 18 de noviembre de 2015

Jalisco ya cuenta con camaronicultura intensiva

El sector acuícola de Jalisco cuenta ya con cultivo de camarones de manera intensiva. Esto supone un sistema cerrado de producción en el que se depositan 700 camarones por metro cuadrado, contra 20 crías que se tendrían en una granja de sistema abierto.

Así lo explicó el gerente de producción de la empresa Aqua Fresh, Alfredo Avilés Carrillo, quien refirió que en el caso de esta corporación, ese sistema productivo permite un rendimiento mensual de tonelada y media de camarones por mes, con una rentabilidad atractiva.

Hizo notar que la crianza de camarón bajo un sistema controlado, es la alternativa que responde a la tendencia mundial de producir proteína animal a base de organismos acuáticos en unidades productivas artificiales, para sortear la captura tradicional en altamar, la que cada vez presenta grandes condiciones de incertidumbre.

El avance de la acuacultura jalisciense se explica en gran medida, por la producción controlada de especies en granjas, aseguró el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco (SEDER), Héctor Padilla Gutiérrez, quien precisó que hay apertura de las autoridades para apoyar establecimiento de nuevas unidades productivas, conforme a lo establecido en las reglas de operación del programa de concurrencia con el Gobierno Federal.

El funcionario detalló que en Jalisco, sobre todo en la Costa Sur, hay otras once granjas que también han incurrido en la producción de camarón en ciertas temporadas, aunque últimamente le han dado prioridad al cultivo de peces.

En el caso de su granja, el directivo de AquaTech refirió que además de contar con un paquete tecnológico que permite la crianza del camarón en las condiciones de altura y clima de la zona conurbada tapatía, el cual representa un significativo ahorro del uso del agua y su continuo reciclaje.

Detalló que en el caso concreto de su granja, se obtiene mensualmente un volumen de una tonelada y media de camarón en un estanque de una capacidad de 180 metros cúbicos, lo que supone un proyecto único en el país con un dispositivo de recirculación de agua.

Esta carne se comercializa directamente en la granja por consumidores que ya conocen el producto (entre los que figuran restauranteros y los residentes norteamericanos de Ajijic), cuyo ciclo de engorda controlada es de tres meses, periodo en el que la especie alcanza la talla de 14 gramos, un parámetro demandado en el mercado camaronero.

Sobre el costo-beneficio de las granjas intensivas de camarón como negocio, señaló que estudios de su empresa revelan que la producción de un kilogramo de este crustáceo implica un gasto 45 pesos, lo que plenamente se recupera al vender al animal entre 100 y 130 pesos, según el comportamiento del mercado durante el año.

Ante el éxito que ha tenido esta granja como modelo productivo y como negocio, dijo que hay planes de instalar otra unidad productiva en un lugar distinto donde se pudiera lograr un aumento de la producción, lo que implicaría llegar a las 70 toneladas al año en un sitio con el mercado urbano a la mano.

Insistió en que las ventajas de esta tecnología es producir el camarón junto a los grandes centros de consumidores, y no como antes que se requería de instalar las granjas en las regiones costeras.

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